Pasan
los días, rápidos, cautelosos.
La
herida ha dejado de ser dolorosa.
Va
quedando aquella pequeña cicatriz
Ya se
vaciaron mis ojos, dejaron de llover…
De la
tormenta sólo va quedando
La
ofendida mariposa al recordar su querer
El dueño
de su corazón la ha dejado
Ella muy rápido de nuevo se puso a querer.
Dicen: que un clavo saca a otro clavo
Un
cariño no reemplaza a otro querer.
Pero si él así lo ha querido, ya no me
queda
más que en otro de nuevo creer.
Derechos
Reservados
Ivonne
Concha Alarcón
Santiago
de Chile
18 de
Oct del 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario